Muerte lenta por grasas trans
La noticia viene de Estados Unidos, en donde, desde el 18 de junio pasado, se ha prohibido completamente el uso de las grasas trans en los alimentos procesados. ¿Sabe usted si los alimentos que consume en el Perú tienen esta tóxica sustancia que se usó para fabricar velas y que esta siendo prohibida en muchos países por causar infartos cardíacos?
Las grasas trans
Las grasas trans se inventaron a fines del siglo XIX al bombardear -saturar- un aceite vegetal líquido (de semilla de algodón, por ejemplo) con moléculas de hidrógeno, lo cual convierte el aceite líquido en una grasa sólida. Esa grasa vegetal se usó inicialmente para reemplazar a la grasa animal con la que la compañía Procter & Gamble (P&G) fabricaba velas y jabones. Al inventarse la luz eléctrica y casi desaparecer las velas, P&G usó el excedente de grasa trans que tenía para fabricar la margarina o manteca vegetal a la que llamó CRISCO (crystalized cottonseed oil). Gracias a una muy bien diseñada campaña publicitaria, en 1911, P&G convenció a las amas de casa con un libro de recetas que la margarina era mejor que la manteca de cerdo o la mantequilla. La manteca vegetal CRISCO tenía una ventaja enorme sobre la mantequilla o la manteca animal, permitía que las galletas o panecillos que se hacían con ella, pudiesen ser guardadas durante varias semanas sin que se vuelvan rancias.
Esa gran propiedad de las grasas trans fue aprovechada por la industria de alimentos del mundo -incluyendo el Perú- para usarlas como la grasa de elección en la elaboración de centenares de alimentos procesados, calculándose que estaba presente en el 100% de galletas y 80% de alimentos congelados vendidos en EE. UU. Por su alta resistencia al calor, las grasas trans se usaron también para freír alimentos decenas de veces sin cambiar el aceite.
Veneno para el corazón
El primer estudio que llamó la atención sobre el daño de las grasas trans sobre la salud del corazón se publicó en Gales en 1981, y en 1990, un estudio holandés demostró que las grasas trans disminuían el colesterol bueno y aumentaban el colesterol malo. En 1993, un estudio de la universidad de Harvard demostró por primera vez que el consumo de grasas trans causaba alrededor de 100,000 infartos cardiacos cada año.
Armados con esos datos, organizaciones de defensa del consumidor le solicitaron a la Administración de Medicinas y Alimentos de EE. UU. (FDA) que obligue a las empresas a poner en las etiquetas si sus productos tenían grasas trans. A pesar de la fuerte oposición de la industria de alimentos, en el 2006 la FDA aprobó esa ordenanza, y ese mismo año, la ciudad de Nueva York se convirtió en la primera gran ciudad norteamericana en prohibir las grasas trans en los alimentos que se vendían en su jurisdicción. En el 2003, Dinamarca se convirtió en el primer país europeo (que muchos otros siguieron después) en prohibir las grasas trans. En 2010, California se convirtió en el primer estado que prohibió las grasas trans.
Finalmente, en el 2015, la FDA designó a las grasas trans como productos no seguros para la salud humana y determinó que, a partir del 18 de junio del 2018, queden completamente prohibidas.
Debido a que las grasas trans causan 500,000 muertes al año en el mundo, la Organización Mundial de la Salud ha recomendado que las grasas trans desaparezca de la mesa de los consumidores en el mundo. Para eso, han diseñado una estrategia de seis pasos llamada REEMPLAZAR (REPLACE en inglés). La palabra REPLACE es un acrónimo de seis acciones estratégicas, las que copiamos del documento de la OMS:
- RE (REVIEW): Examen de las fuentes dietéticas de grasas trans producidas industrialmente en la alimentación y de los cambios de política necesarios.
- P (PROMOTE): Promover la sustitución de las grasas trans producidas industrialmente por grasas y aceites más saludables.
- L (LEGISLATE): Legislación o aprobación de medidas regulatorias para eliminar las grasas trans producidas industrialmente.
- A (ASSESS): Evaluación y seguimiento del contenido de grasas trans en los alimentos y de los cambios de su consumo por la población.
- C (CREATE AWARNESS): Concienciación de los encargados de formular políticas, los productores, los proveedores y la población sobre los efectos negativos de las grasas trans en la salud.
- E (ENFORCE): Obligación de cumplimiento de las políticas y regulaciones.
Grasas trans en Perú
De acuerdo con el Reglamento de la Ley de Alimentación Saludable de Niños y Adolescentes, la industria nacional tiene un año y medio, desde que la ley entre en vigencia, para que los alimentos procesados que se vendan en el Perú no contengan mas de 2 gramos de grasa trans por cada 100 gramos o 100 mililitros del producto (grasa, margarina o aceite vegetal) y no mas de 5 gramos por cada 100 gramos o mililitros de cualquier otro producto. Por otro lado, se les ha dado un plazo de cuatro años y medio para eliminarla completamente, un tiempo considerado muy largo.
De ahí la importancia de los recientemente aprobados octógonos del Manual de Advertencias Publicitarias, los cuales le advertirán claramente al consumidor si el alimento que va a comprar contiene grasas trans. El octógono dirá “contiene grasas trans” y hará la recomendación de evitar su consumo.
A no ser que la industria responsable empiece a eliminar voluntariamente las grasas trans de sus productos antes del plazo, los octógonos de advertencia ayudarán a que los consumidores bien informados prefieran no comprar aquellos productos que tengan las tóxicas grasas trans, las que figuran en las etiquetas como “aceite vegetal parcialmente hidrogenado”.