Comida chatarra en hospitales
La semana pasada, EsSalud, mediante Resolución Directiva de Gerencia General N° 09-GCPS-ESSALUD-2019 “Directiva para la Promoción y Fomento de la Alimentación Saludable en todas las instalaciones del Seguro Social de Salud”, ha dispuesto que -en aras de mejorar el estado nutricional de los asegurados y visitantes de la institución- en todas las instalaciones de ESSALUD solo se ofertarán alimentos saludables.
En palabras sencillas, eso significa que de ahora en adelante, ya no se venderá comida chatarra ni bebidas azucaradas en las instalaciones de ESSALUD, las que incluyen todos los locales en donde se ven pacientes, además de lugares en donde se realicen actividades administrativas, educativas o de otra índole.
Sin duda que, además de ser una extraordinaria medida para combatir la obesidad en la población, esta medida abre paso para que otros establecimientos de salud, públicos y privados, se adecuen a las disposiciones de la Ley de Promoción de Alimentación Saludable de Niños, Niñas y Adolescentes. Este hecho permite también examinar algunas contradicciones entre la misión de organizaciones que promueven la salud, y sus actividades comerciales.
Farmacias que venden cigarrillos
Desde hace muchos años (quizás como un rezago del tiempo en que no se sabía aun que el cigarrillo causaba enfermedad y muerte), en Estados Unidos, se venden cigarrillos en las farmacias. Así, en una increíble contradicción, usted entra a la farmacia a comprar sus medicinas para la presión arterial, su bronquitis o dolencias circulatorias, y en el mismo lugar, se venden cigarrillos, causante de esos mismos problemas.
Fue recién en setiembre del 2015, que la cadena de farmacias CVS prohibió la venta de cigarrillos en las casi 7,800 farmacias de su propiedad. Al anunciar la medida, en febrero del 2014, CVS aseguró que tomaba esa medida en aras de la salud de sus consumidores, diciendo que lo hacia a pesar de que dejaría de ganar 2,000 millones de dólares anuales por la venta de cigarrillos. Los analistas no demoraron en aclarar, que esa cantidad es una fracción de los 139,000 millones de dólares anuales que gana la empresa cada año.
La medida fue muy bien recibida por la población general, y un estudio -publicado en 2017- demostró que durante los primeros ocho meses, la venta de cigarrillos disminuyó en 1% (95 millones de cajetillas) en 13 estados. Eso debido a que los clientes de CVS fueron 38% menos propensos a comprar cigarrillos. Es decir la decisión tuvo un impacto positivo en la salud de sus consumidores.
Hospitales y comida chatarra
Este contradictorio hecho es muy común en todo el mundo. En los pasillos de clínicas y hospitales, usted encuentra máquinas dispensadoras de bebidas azucaradas y alimentos procesados y ultraprocesados, ricos en sal, grasas y azúcar. Es decir, el hospital -lleno de enfermos con padecimientos crónicos como cáncer, diabetes, infartos cardiacos, derrames cerebrales y otras complicaciones de la obesidad- vende en sus pasillos los mismos productos que contribuyen al desarrollo de esta. Pero además de esas máquinas dispensadoras, de sus cafeterías, salen calientes las papas y pollos fritos, las hamburguesas y hotdogs, alimentos que sabemos contribuyen a la obesidad y sus complicaciones.
Mas grave aun, un reporte del Comité de Médicos para una Medicina Responsable, revela que algunos hospitales en Estados Unidos tienen sucursales de cadenas de comida rápida en sus instalaciones, denunciando contratos en los que el hospital debe ayudar en la promoción y venta de esos alimentos no saludables.
Sin embargo, algunas cadenas de hospitales estadounidenses -Cleveland Clinic, Baylor y Universidad de Pensilvania- han retirado de manera voluntaria las máquinas dispensadoras de alimentos procesados y bebidas azucaradas. La tendencia ha empezado en Inglaterra, en enero del 2018, el hospital Tameside en Manchester, fue el primero en prohibir la venta de comida chatarra y bebidas azucaradas.
La pionera medida de ESSALUD
En ese contexto, no hay duda de que prohibir la venta de bebidas azucaradas y comida chatarra en los establecimientos de ESSALUD, es positiva para salvaguardar la salud de su personal y los familiares de sus pacientes.
Además de cumplir con las normas sanitarias, tales como buenas prácticas de higiene y manipulación de alimentos, la resolución dispone que se ofrezcan alimentos cocinados a la plancha, horneados, hervidos, salteados o al vapor. También dispone no colocar publicidad que promocione directa o indirectamente el consumo de productos que no propicien una alimentación saludable -y al igual que en los quioscos escolares- no vender productos que muestren los octógonos de advertencia de contenido de sal, grasas y azucares.
Hecha la ley, hecha la trampa
Al respecto de los octógonos, una reciente denuncia del excongresista Jaime Delgado, autor de la ley de Alimentación Saludable, llama la atención a una artimaña destinada a evadir la norma de exhibir los octógonos “altos en azúcar” en los productos.
Según el reglamento de advertencias, todo producto que tenga una superficie mayor de 50 centímetros cuadrados (10 centímetros de largo por 5 centímetros de ancho) debe llevar los octógonos de advertencia. Afirma Delgado, en un video, que las galletas Casino de Alicorp, al haber disminuido el peso de las galletas de 47 a 43 gramos por paquete, ha disminuido ligeramente la superficie de su envoltura a menos de 50 centímetros cuadrados, y por lo tanto -con brillante argucia- ya no tiene la obligación de imprimir el octógono de advertencia.
Según Delgado, ahora se entiende porque la industria se opuso a adoptar el estándar chileno, en donde solo están exceptuados de mostrar los octógonos, aquellos productos con menos de 30 centímetros cuadrados, ya lo tenían pensado dice. Queda ahora en las autoridades, el corregir esta tosca maniobra de burla de la ley, en desmedro de la salud de los niños y adolescentes peruanos.