El Perú profundo y taurino en el 2017
EN LOS PUEBLOS DEL PERÚ HAY MUCHA AFICIÓN TAURINA
Auge e incremento de la afición ● En ningún país del mundo crece
la tauromaquia como en el Perú ● Cada vez hay más corridas.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
¿Qué le espera al Perú taurino en 2017? Para alegría de los más de cuatro millones de aficionados a la tauromaquia en el Perú, el número de corridas de toros que se celebran cada año en nuestro país sigue aumentando. En centenares de localidades, sus pobladores no conciben sus fiestas patronales sin corridas; no importa quién toree ni qué se lidie –aunque todos tratan de que actúen toreros españoles junto a diestros nacionales, con toros de pura casta−, ellos llenan los tendidos de sus plazas de toros (hay más de 250 en el país) o en su defecto, copan sus Plazas de Armas, atiborran los cerros aledaños o abarrotan las graderías de los cosos portátiles que contratan para sus festejos. Cierto que algunas de esas corridas tienen cierta informalidad −habrá que subsanarlo paulatinamente−, pero el hecho es que se dan más de 700 festejos taurinos en todo el Perú.
SINERGIA TAURINA
El auge de la tauromaquia en el Perú es posible porque en cada pueblo taurino se conjugan cuatro efectos sinérgicos. Primero, la gran afición a los toros en dichos poblados; segundo, la intensa devoción al patrón de la localidad −cristo, virgen o santo−; tercero, que por esa afición y devoción, y por el reconocimiento social que otorga en el pueblo implicarse en la organización de las corridas patronales, cada año pugnan entre sí los notables por ser el mayordomo o alferado de las fiestas, o en su defecto, por colaborar pecuniariamente con ellos, cubriéndose así el costo de las corridas; cuarto, que el movimiento económico que se produce en el pueblo durante cada feria taurina genera riqueza y dinamiza el comercio; en Chota, Cajamarca, la presencia de Andrés Roca Rey el año pasado en su feria, generó un movimiento de más de 13 millones de soles en solo cuatro días.
Añádase a lo anterior, que a pesar de ciertos altibajos, el crecimiento de la economía peruana ha sido notable los últimos 15 años; ello ha coadyuvado en dicho auge taurino.
TOROS PARA 2017
El toro es el elemento más importante; empezaremos por allí el análisis de lo que nos espera para 2017.
A las conocidas y tradicionales ganaderías de lidia nacionales se han sumado, en los últimos años, decenas de pequeños criadores de bravo que iniciaron su aventura ganadera con el desecho (vacas no seleccionadas en los tentaderos y toros no escogidos como sementales) de las ganaderías tradicionales; muchos de ellos, luego han importado sementales y vacas de Colombia y quizá, pronto alguno se animará a traer reses de España para mejorar sus productos.
Pero a pesar de existir tantas ganaderías, la demanda es tal, que muchos organizadores de corridas en el interior del Perú tienen que importar toros. Hasta el año pasado, de Colombia.
Sin embargo, como nos explica el médico veterinario Miguel Quevedo, Director de Sanidad Animal de Senasa, el Perú está libre de aftosa sin vacunación, mientras que Colombia lo es, pero con vacunación. El año pasado, se encontró un resultado positivo para aftosa en un toro importado; y en origen, en Colombia, se hallaron cuatro más con igual resultado. Por ello, se cerró la importación desde allí mientras no se verifiquen los procedimientos colombianos de análisis y cuarentena. Será necesario, además, que un equipo de especialistas de Senasa viaje a Colombia para coordinar con sus colegas de ICA (la contraparte de Senasa) los nuevos procedimientos. Si se efectuase todo eso, podría volverse a autorizar la importación de ganado de lidia colombiano antes de abril de este año.
TOREROS Y FORMALIZACIÓN
El efecto de Roca Rey y Galdós
Este año es probable −si los toros lo respetan y él no les pierde el respeto− que Andrés Roca Rey cuaje como figura del toreo y que Joaquín Galdós se consolide en España, en su estilo y por su fino toreo. Así, el Perú contará, por primera vez, con dos diestros capaces de codearse con cualquiera, en cualquier plaza. Ambos vendrán a algunas ferias del interior del Perú e impulsarán el auge taurino.
El punto pendiente es el de los médicos y enfermerías o, en su defecto, ambulancias equipadas para operaciones. Roca Rey y Galdós las exigen donde actúan. Es indispensable que los matadores y sindicatos de toreros peruanos las impongan; su costo es mínimo, comparado con la organización de una corrida.