Bandas que no debemos olvidar: Vio-lence
El thrash metal de la Bay Area de San Francisco quedará para siempre como unos de los momentos más creativos de la historia del metal, al lado de experiencias tales como la NWOBHM o la del death metal sueco. Dentro de este brutal movimiento todos reconocemos la importancia de grupos locales del área misma como Exodus o Dark Angel o importados desde Los Angeles como Slayer y, luego, las grandes escenas thrash de otras partes del mundo. Sin embargo dentro la escena de San Francisco no todas las bandas tuvieron la misma suerte; en realidad, pocas alcanzaron éxito masivo (en términos y escalas thráshicos claro) pero nos legaron grandes trabajos.
De entre estas bandas menos exitosas comercialmente hablando brillan con luz propia los Vio-lence. Una de las más extremas y originales del thrash metal. Es más, para mí, la escala en bandas thrashers estadounidenses de los 80 es primero Overkill, segundo Slayer, tercero Vio-lence. Y están terceros solo porque su trabajo discográfico oficial se reduce a tres discos, pero qué discos. En particular los dos primeros, Eternal Nightmare (1988) y Opressing the Masses (1990) son cátedras de metal radical y violento sin concesiones y sin ánimo de lucro. Tómalo o déjalo.
Primero veamos algo de contexto histórico. La segunda década de los 80 fue el periodo más vertiginoso en la evolución del metal. Pasamos del thrash metal crudo y rudo de Exodus hasta el death metal más trabajado de Morbid Angel. El heavy metal tradicional alcanzaba la madurez definitiva con los trabajos de Metal Church, Armored Saint y Judas Priest (Ram It Down y Painkiller). El power europeo nacía de la mano de Helloween y Fates Warning comenzaba desarrollar lo que sería el metal progresivo. En ese contexto la bocanada de aire fresco que significó el thrash a comienzos de la década ya sonaba un tanto pasado de moda (las cosas sucedían muy rápido entonces). Se abrieron dos caminos, uno era llevar el thrash a formas de guturalidad más extrema, algo a lo que abrió la puerta Possessed, la primera banda que hizo death metal reconocible como tal por lo menos en el Seven Churches (1985), y Death que entró de lleno en un nuevo subgénero. La otra vía fue extremar los sonidos del thrash, hacerlo más radical sin guturalizar la voz. Existía el riesgo de reincidir en el punk o en el hardcore, algo de lo que provenía el thrash, pero los grandes toman el riesgo. Vio-lence se arriesgó.
Nacieron bajo el nombre de Death Penalty y tocaron en pequeños conciertos y cumpleaños de headbangers en los 80, pero al poco tiempo tomaron el nombre Vio – lence con el uso de la raya intermedia que se convertiría en indesligable de la banda. La primera alineación fue Jerry Birr en la voz, Phil Demmel y Troy Flua en la guitarra, Eddie Billy en el bajo y Patrick Strickland en la batería. Así grabaron un ensayo que se convirtió en una demo-tape y aparecieron con un tema en una compilación del célebre Ruthies, local habitual para los conciertos de thrash a mediados de los 80. Ya en estas grabaciones se mostraban con una energía que los distinguía de entre todas esas bandas, que eran muy violentas de por sí.
Luego Birr sería remplazado por Sean Killian y Troy Flua por Rob Flynn (sí, el mismo de Machine Head). En este punto realmente comienza la carrera de este grupo tal como la conocemos. En 1986 editan el segundo demo ya con esa alineación y presenta los temas Eternal Nightmare, Kill on Command, Bodies on Bodies y Paraplegic. Todas aparecerían en su álbum debut, menos Paraplegic. El impacto de esta demo en el underground fue colosal. La voz de Killian que no creía en nada golpeaba con violencia en cada estrofa aparentemente sin tomar en cuenta la melodía de la canción, pero lo hacía genial. Además su voz era potente, aguda y ronca a la vez. Eras de esas voces que amas u odias, sin puntos intermedios. Las guitarras eran terriblemente aceleradas como las de Exodus, pero con más técnica, y el bajo, ah el bajo de Dell era asesino. Una potencia violenta y extrema que avasallaba el ambiente; la batería de Strickland era la versión de Killian en percusión.
Con el nivel alcanzado llamaron la atención de una figura grande en el surgimiento del thrash metal, la señora Debbie Abono, una mujer ya entrada en la edad madura, no headbanger pero entusiasta de la música pesada, que había sido pieza clave en el surgimiento de bandas muy extremas, tales como los geniales Possessed o Exodus. Ella se convirtió en su manager y cuando ella llevaba una banda era muy difícil que le dijesen que no (imaginen a una señora con pinta de tu mamá llevándote una demo tape de una banda para que la fiches, a ver dile que no). Lo cierto es que la banda era genial y Debbie solo apoyaba lo bueno, tenía un ojo, bueno, un oído infalible (ella es fallecida ya, en aquel espantoso 2010 que se llevó a nuestro Dio). Firmaron para su primer disco, el Eternal Nightmare, con Mechanix Records, este disco se convirtió en uno de los mejores de la historia del thrash metal mundial. La violencia sonora aunada con las letras agresivas y nihilistas, que mezlcaban temas callejeros y sociales, con bélicos y de locura, crearon un coctel molotov de thrash que no ha podido ser alcanzado hasta los Dekapitator, deudores directos de este disco. No es black thrash a lo Nocturnal ni speed/thrash como Heathen o Death Angel, no es crudo a lo Exodus. Crearon un sonido nuevo y especial que los identifica en la historia. Temas como Serial Killer o Phobophobia fueron nuevas declaraciones de guerra del metal contra el mundo.
La popularidad fue grande y los shows eran muy agresivos, como años antes los de Slayer. El contexto no era el mismo, el thrash ya no era lo nuevo, Death y Morbid Angel eran las nuevas sensaciones en el underground y Vio-lence no se parecían a ellos. Pero todavía el thrash seguía vigente, había una escena viviendo su temprana madurez con Dark Angel, Exodus, Anthrax, Overkill en América y Sodom, Destruction y Kreator en Europa. Representantes destacados en Canadá, Brasil e Inglaterra reforzaban esta escena, Vio-lence se inscribe como parte de la segunda ola al lado de Forbidden, Sadus, Gammacide, Heathen y varios otros. Aun así se podía especular una gran carrera.
En 1990, Vio-lence lanzaba el Opressing the Masses con la multinacional Atlantic Records (imaginen la expectativa que habían suscitado), un disco que mantenía la agresividad de la banda pero que encontraba en la técnica un nuevo elemento de desarrollo, en lo que creo ver cierta influencia de Rob Flynn que en el primer disco estuvo más restringido debido a los temas previamente compuestos. Se llegó a grabar u video clip para el tema World in a World en un contexto de mayor apertura de la MTV hacia el metal más duro, lo que posibilitó cierta difusión en horario de preferencia. La intro del disco en I Proffit mostraba esa vocación más técnica y controlada. El caos que a veces coronaba los temas del Eternal Nightmare cedía paso a la planificación estructural, con los cortes más ordenados, aunque también un poco más predecibles. Aún así, nadie pudo controlar la voz de Sean Killian que siguió cantando tan anárquicamente como le era posible. Hubo giras en Estados Unidos, aunque no salieron las cosas tan bien. El disco era muy bueno, pero habían prescindido de su hada madrina, Ms. Abono y las cosas ya no fueron iguales. Se llegó a grabar un EP en vivo, el Torture Tactics, que vendió bien entre los fans. Pero con la avalancha del death metal dentro del underground, cada vez menos underground, y el ataque mediático del grunge en el mainstream, el espacio de maniobra para las bandas de thrash se restringió al mínimo, para las pequeñas promesas como Vio-lence era muy tarde. La banda se eclipsó.
Todavía editaron un disco más, el Nothing to Gain (1993), de título premonitorio. No es del todo malo pero ya no deslumbra, el control ha vencido finalmente sobre el caos y se oye demasiado esterilizado; agreguémosle el contexto de aquel año y verán que ya no había salida. Rob Flynn abandonó el barco y creo su propia historia con Machine Head, a partir de lo cual fue más conocido con un tipo de metal más a la moda y asequible que el brutal thrash de su banda de origen. Todavía hubo unas movidas de alineación para salvar la banda, remplazando a Flynn y al también fugado Strickland. Se grabó un demo más, pero ya no hubo más historia.
…Hasta el 2001, en el que se reunieron con ocasión del concierto Thrash of the Titans que se celebró para ayudar a Chuck Billy y Chuck Schuldiner en sus respectivas luchas contra el cáncer, en el Maritime Hall, San Francisco. Este fue uno de los hitos que marcó el retorno del thrash metal en el siglo XXI que aún estamos viviendo con el llamado retrothrash. Se reunieron Killian (voz), Demmel (Guitarra), Vegas (guitarra), Dell (bajo) y Strickland (batería), el show fue demoledor y recordó mucha la época del Eternal Nightmare. Empezaron a ensayar y todos los viejos thrasheros del mundo ya soñábamos con un buen disco de retorno (en esos años ya se estaban produciendo algunos). Nos endulzaron en el 2003 con un EP en vinilo autografiado que contenía tres temas antiguos y la promesa de un disco nuevo antes de dos años. Las cosas demoraron mucho y los ensayos se espaciaron más y más, Phil Demmel fue reclutado por Machine Head (sentí esto como una derrota personal) y se acabó el sueño.
Su legado final fue el excelente DVD Blood and Dirt, uno de los mejores documentales sobre una banda de metal jamás hecho. Son 2 discos, en el primero está el concierto del Thrash of the Titans del 2001, y en el segundo el documental. Muy bueno.
Ahora pensando en esto quizás fue mejor que no volviesen definitivamente, no hubiera sido tolerable un disco de estos gigantes del thrash en clave Groove y quizás, por el contexto en el que se mueven ahora podría haber pasado. Siempre nos quedarán sus discos clásicos como testimonio de lo que puede ser el thrash tocado descarnadamente y sin tomar prisioneros.
Disfruten de toda la rabia original del Vio-lence antes de grabar su disco debut
En 1990 llevaban la furia
Su único video clip (hasta donde sé) Lo daban a cada rato en Viernes de Metal con Gerardo Manuel Jr.
Un fan video que ha quedado muy bien
En un show de la época del thrash of the Titans (2001)
Parte del documental
En you tube hay más.