Reseña de Hadez - Morituri te Salutant - Paragon Records - 2014
Hadez es definitivamente un miembro columnario del metal peruano, en concreto del metal extremo y más específicamente del metal underground nacional. Sus inicios se confunden con los comienzos de la escena local. Al lado de Mortem, Sepulcro y Curriculum Mortis formaron la primera generación de bandas de metal extremo en la segunda mitad de los años 80, cuyo precursor fuera Hastur poco antes.
Un hito mayúsculo de la banda fue el lanzamiento en 1993 de lo que fue el primer CD del metal peruano (y virtualmente el primer disco de metal nacional, si descontamos el Sin Piedad de Masacre, lanzado en Venezuela) Aquelarre. Tal acontecimiento vino ha demostrar la vocación del metal peruano por lo extremo y radical, porque para cualquiera que lo haya oído sabe de lo rabioso y original de aquel death metal caótico y salvaje.
Muchos años han pasado desde aquel seminal álbum, muchos cambios en la alineación y también evolución en el sonido así como mejoras indiscutibles en el apartado de la producción. Así 21 años, tres larga duración y miles de litros de alcohol después, tenemos acá lo último de su fragua salvaje, Morituri te Salutant.
Se trata de un disco de death metal tradicional en el que pueden reconocerse las influencias habituales de fines de los 80 y comienzos de los 90, el primer Death, Deicide, Obituary, Entombed, pero sobre todo el Morbid Angel del Altar of Madness y del Blessed are the Sick (el mejor Morbid). Efectivamente, temas como Forgoten God y el tema homónimo, por poner un par de ejemplos, resuman mucho de lo que aquel Blessed dejó como lección al metal. Ritmos entrecortados, baterías que se detienen bruscamente, y en medio, solos enloquecidos al estilo también del primer Immolation. Quizás algo que se echa en falta es cierta violencia muy propia de su estilo, como lo que escuchábamos en Aquelarre e incluso en Even if you die a Thousand Times, que ha ido cediendo a una violencia más estandarizada con el death metal internacional. No sé, por momentos suena como si fueran algo como Nominon o alguna banda semejante, y eso no está mal porque Nominon es genial, pero siento que algo más autóctono (quítenle todo sentido folklórico al término) o propio se ha ido perdiendo. Bueno, cosas que pasan con la globalización. Nadie escapa.
El disco está compuesto por 8 cortes, 7 originales de la banda y una versión muy interesante del clásico de Black Sabbath, Simptom of the Universe. Uno de los cortes de Hadez es una nueva versión de un tema antiguo, It Could Be Yourself, cuya letra es de uno de sus integrantes primigenios, Ron King, y que apareció en el demo de 1992, Extreme Badness on the World.
El sonido es simple y llanamente bueno y hasta me atrevería a decir que es la mejor producción que han tenido hasta ahora en ese rubro, al menos no recuerdo haber oído con tanta claridad música de Hadez antes. Según leo en el libreto, la grabación se realizó en los Session Studios entre el 2012 y el 2013, lo que implica un largo proceso de producción; la mezcla y la masterización corrieron a cargo de John Capcha (también guitarrista del grupo) y es de lo mejor del disco.
La alineación en este caso mantiene al ya mencionado y clásico John “Agressor” Capcha, veterano de la agrupación y único miembro que aparece en los 4 discos oficiales y cuyos solos y riffs de guitarra son la firma de la banda y lo que vincula todos los trabajos del grupo hasta hoy. Los otros integrantes no son ningunos novatos en ningún sentido. En las voces tenemos a Scharack (Luis Guillén), quien ya lleva años dándole al micrófono con verdadera saña. En este disco creo que su malevolencia supera lo que ya había logrado en el anterior lanzamiento Dommsday: The Death Rides (2009). En la batería tenemos a Oskar The Mutilator, quien también ya lleva años con la banda y que en este disco rinde un verdadero tributo por todo lo alto a lo que es la percusión del death metal clásico como pocas veces se ha oído por estos lares. Del bajo se encarga Kike Satán Eyaculation (Luis Enrique Huambachano) quien sería un veterano vuelto al servicio, pues en 1988 “cantó” (por así decirlo) en uno de los demos iniciáticos del grupo, Guerreros de la Muerte y que, además, hoy milita en Crucifixor.
La presentación, por ahora, es solo en CD y está a cargo del sello estadounidense Paragon, aunque tienen la esperanza de editar el trabajo en LP en algún momento. El título del disco y la iconografía del libreto me remiten mucho a otro gran trabajo de los Morbid Angel, el Covenant, pues se hace mucha alusión a la temática de las luchas de gladiadores y el paganismo en el Imperio romano. Como todos sabemos, se dice que los gladiadores romanos saludaban diciendo Morituri te Salutant al César antes de combatir, (sin embargo esto no parece ser históricamente cierto, parece que solo sucedió una vez y es el cine épico del siglo XX el que lo ha perpetuado como algo frecuente). La portada misma, acreditada a Miguel Det, no me parece muy atractiva, es algo anodina y pienso que se le pudo dar un acabado más contundente; aunque consigue transmitir la idea.
Excelente noticia esta la de ver de nuevo un trabajo de uno de los clásicos incontestables del metal peruano y sudamericano. Banda que está en plena actividad y que estará de gira en Chile tocando en varias fechas como el 3 de octubre en Santiago, celebrando los 20 años del lanzamiento del Aquelarre y, claro, su nueva producción.
El disco se puede comprar en Pentagram Rocords en Galerías Brasil en el Segundo Piso, como saben, o pedirlo vía Internet acá