Reseña de Sanctuary - Inception - Century Media Records - 2017
Sanctuary está entre esas notables bandas que a finales de los 80 fusionaron el heavy tradicional de inspiración priestiana con el sonido más acelerado del speed/thrash metal de los Estados Unidos en una amalgama energética que muchos llamaron U.S. power metal (poco que ver con la melódica derivación que los europeos de los 90 desarrollarían). Solo editaron dos discos en aquella década prodigiosa llena de talento que constituye nuestro periodo clásico. Refuge Denied (1988) e Into Mirror Black (1990) son trabajos que siguen siendo apreciados entre los más logrados de todas las épocas del metal. Lamentablemente el giro que dio el mercado de la música en los Estados Unidos (y de rebote en el mundo) hacia el estilo de Seattle, Nirvana y compañía no solo acabó con el glam metal, sino que dejó sin piso a todo una nueva generación de bandas potencialmente exitosas a nivel comercial que aun carecían de una amplia base de seguidores.
Sancturay volvió hace unos años al trabajo musical e incluso lanzaron un disco no muy cercano a su vieja trayectoria, sobre todo porque la voz de su emblemático cantante, Warrel Dane, no es lo que fue y esos impresionantes agudos que devastaban los parlantes ochenteros está hoy completamente fuera de su alcance, y eso resiente bastante el trabajo final. Yo, como muchos fans, nos resignamos a la pérdida definitiva de más trabajos de estilo clásico, más allá de que The Year the Sun Died (2014) sea un trabajo apreciable. Pero el metal siempre brinda revanchas.
Hace un año más o menos el guitarrista Lenny Rutledge encontró en su desván los viejos masters de su inédita demo de 1986, que sería la que le entregaría a Dave Mustaine, descubridor oficial de la banda y que finalmente les abriría las puertas de Epic para la grabación de Refuge Denied. Las cintas habían estado expuestas a los elementos como la lluvia, el polvo y el sol, durante 30 años, pero pese a esto se encontraban en relativo buen estado de conservación y pudieron ser digitalmente restauradas, remasterizadas y editadas profesionalmente. El resultado es simplemente portentoso.
Inception es un viaje al sonido más glorioso de aquella época dorada del metal. Al tratarse de un demo grabado por adolescentes con ganas de acabar con todo en plena efervescencia del metal (¡es 1986!) la interpretación es arrolladora, la energía desplegada en cada tema es brutal. Sanctuary nunca fue una banda extrema pero qué extremo que se oye el buen metal de alto nivel técnico que no por eso olvida los cojones. Todo esto se potencia en particular con el sonido crudo, de una sola toma en varios temas, típico de los demos de entonces.
La mayor parte de estos irían, en nuevas grabaciones, a parar al Refuge Denied, que fue producido por el mismo Dave Mustaine. Sin embargo, el trabajo en gran medida moderó, ralentizó y domesticó bastante la potencia de estas composiciones amen de introducir cambios que Sanctuary aceptó pero que no compartía del todo (la voz en francés antes de Termination Force por poner un ejemplo). Siempre me ha disgustado la producción de ese disco, con un volumen tan bajo incluso para la época. Por supuesto la calidad intrínseca indisputable de los temas, junto a la fantástica portada de Ed Repka, igual impulsó el disco, pero siempre sentí que pudo quedar mejor. Siempre he deseado una remasterización que le haga justicia a ese notable disco, sin embargo, nunca llegó (la del 2010 no es una remasterización en realidad pues se oye idéntica que el original). Esta es la venganza, pues todo lo que podía pedir de temas como Battle Angels, The Third War y la genial Die for my Sins se ha visto cumplido con creces en las versiones remasterizadas de Inception.
Los temas no son idénticos a los de Refuge Denied, pues tienen arreglos, solos y partes diferentes mucho más atrevidas y arriesgadas que las que luego quedaron en el LP, incluso las letras tienen cambios. El sonido en este caso está menos constreñido por la producción, los temas se sienten más libres. La voz de Dane brilla pues está en sus mejores días. Además, el bajo y la batería tienen más presencia y se disfrutan con mayor profundidad. Y como un valioso extra aparecen dos temas que quedaron descartados en el disco final, Dream of Incubus y I am Insane, que siguen la misma línea de sus composiciones de entonces.
Este disco es un notable redescubrimiento de uno de los clásicos menores de los 80. Cualquiera que atesore los dos discos originales disfrutará brutalmente de uno de los mejores momentos de una gran banda que no debe ser olvidada.
Recreación promocional del hallazgo de los masters de Inception
Track tomado de la grabación
Tema de Inception