Las ruedas de acero se mueven sobre Lima: Saxon en concierto el 6 de marzo de 2019
El año avanza y la confirmación de conciertos con clásicas bandas de todos los estilos del metal otra vez nos vuelve a sumir en la desesperación de a cuál ir pues ni el tiempo ni la cuenta bancaria nos da tregua a nosotros, fieles y sufridos ciudadanos de la república metálica del Perú. Sin embargo algunos de los shows son simplemente inevitables corolarios de nuestra fe headbanger y deben cumplirse devotamente como sacramentos metálicos. En este caso en concreto nos estamos refiriendo al ya inminente concierto de Saxon, una de las agrupaciones definitorias del metal, pilares de la NWOBHM y por lo tanto artífices de la cultura metálica ortodoxa tal y como la conocemos.
Efectivamente, esta es la primera ocasión en la que Saxon estará en nuestro país y se trata de un acontecimiento que en términos metálicos es tan importante como un show de Iron Maiden, Motörhead o Judas Priest, por señalar los tres primeros nombres que me vienen la mente, y esto es cierto centralmente porque no es solo una banda de importancia histórica, un nombre del pasado que nos visita, un fantasma de viejas glorias, no. Se trata, como en los casos antes mencionados, de un nombre completamente vigente, que lleva 4 décadas de carrera ininterrumpida y una pila enorme de discos, que jamás pasaron desapercibidos y que han sido notablemente influyentes, más allá de dispares resultados y los cambios de estilo, no siempre afortunados (todo sea dicho), que una discografía de esas dimensiones de todas manera conlleva.
No me engaño y todos sabemos que Saxon no tiene la convocatoria de unos Maiden o Priest, al menos no en nuestro país (en ningún lado en realidad). Es posible que esto se deba a un menor conocimiento de la discografía y actualidad de sus trabajos entre muchos metaleros. Como pasa mucho en nuestra sociedad, la gente se queda con los primeros 4 o 5 discos y desconocen todo lo posterior, a lo que no le prestan atención, cuando en realidad la mayor parte es de notable interés. Yo mismo he de hacer mea culpa al respecto. Mi relación con Saxon no fue todo lo cercana que debió ser.
Cuando entregué mi vida al metal, allá por 1988-89, Saxon no estaba entre las bandas preferidas de los metaleros de mi edad. La gente escuchaba como clásicos a Maiden, Sabbath, Priest y Mercyful Fate/King Diamond, pero estábamos hambrientos de sonidos fuertes. Yo había escuchado glam- hard rock y casi de frente pasé a Forbidden y Testament, para poco después estar oyendo Death, DRI, Obituary y Sepultura. Los descubrimientos eran constantes y aunque me interesé en conocer lo anterior, lo que llegó a mí de Saxon (debe haber sido Destiny o Solid Ball of Rock) me sonó bien pero no me atrajo demasiado y lo estacioné por algún tiempo.
Fue ya en los 90 cuando con más paciencia comencé a escuchar todo lo que no había oído antes en la vorágine de los años death/thrash. Me dio lo de escuchar los discos de las bandas en orden y efectivamente la experiencia cambió notablemente. Aunque su debut homónimo de 1979 no es exactamente un disco de metal, su segundo lanzamiento, el Wheels of Steel (1980), es un disco formidable, en la línea de unos Motörhead setenteros (una de mis bandas preferidas de todos los tiempos). La impresión se mantiene con los siguientes lanzamientos, Strong Arm of the Law (también 1980) y Denim and Leather (1981, qué años); todos discos de notable calidad que terminan creando su firma sonora distintiva, además de sus primeros clásicos. Incluso el Power & the Glory (1983) es un trabajo de primer nivel que suele ser controvertido y minusvalorado por estar producido con un sonido más “suave” pensado para el mercado estadounidense.
Crusader (1984) es un disco más accesible y comercial y aunque contiene un tema tan épico y poderoso como el que le da título al disco, no resulta globalmente a la altura de los anteriores. Con Innocense is no Excuse (1985) se resarcen parcialmente, pero su giro de nuevo hacia facetas más comerciales en la segunda mitad de los 80, a la par que se despertaban tendencias metaleras más agresivas en la subcultura, los relegaron un poco en las ventas. Esto no impactó demasiado en los directos pues mostraron mucha agresividad en sus shows de aquellos años.
Los primeros noventas los agarró en reorganización con discos de buena calidad pero aún no especialmente llamativos (eran los años Pantera del metal). Sin embargo, pasadas las fiebres modernizadoras, en la segunda mitad de los 90, ante la ausencia de la mayoría de sus compañeros de generación y la saturación de tanto groove la gente comenzó a reorientar sus oídos a los sonidos clásicos del metal. Fue el renacimiento del power europeo, la popularización del metal progre y se abrió una ventana para que viejas pero no olvidadas glorias volvieran a deslumbrarnos. Saxon aprovechó y bien y editó Unleash the Beast (1997) y Metalhead (1999). Su sonido renovado, poderoso y a la vez clásico les dio un segundo gran aire. Además de contribuir con el renacer del género que vivimos desde entonces. A partir de allí, la banda ha mantenido un impresionante nivel en sus lanzamientos que se mantienen en una mezcla de power metal agresivo y speed heavy metal con sus infaltables melodías características. Se nota que cambiaron su estilo de producir su sonido y eso los ha beneficiado de cara al siglo XXI.
Hoy en día la banda está girando con su último trabajo, Thunderbolt (2018), disco que me impresionó en la misma medida que el Firepower de Judas Priest del año pasado y que salieron casi juntos. Se trata de una obra llena de fuerza, frescura y ortodoxia, tal como nos gusta a los headbangers.
Saxon es una banda vigente y valiosa cuya presencia en nuestro país es una gran noticia. De su alineación clásica conserva tres miembros, Paul Quinn en la guitarra, Nigel Glockler en la batería y por supuesto Biff Byford en la voz. Con ellos están dos miembros ya muy antiguos, Nibbs Carter al bajo, que está desde los 80 y Doug Scarrat en la otra guitarra desde mediados de los 90. Hagamos que esta presentación tenga el marco de público esperado. A ver si nos familiarizamos con su último disco para que esa noche no estamos coreando solo los temas de sus 4 álbumes iniciales. El metal aún sigue vivo en los nuevos discos de las grandes bandas.
El concierto será el 6 de marzo en la CC Festiva de Alfonso Ugarte. Información sobre el evento acá