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Tanto la como la tuvieron consecuencias terribles para la humanidad. Muertes brutales, enfermedades complicadas de combatir, alteraciones mentales, hambre, pobreza a toda escala y secuelas en las generaciones posteriores, son algunas de las situaciones que afrontaron los países involucrados tras estos enfrentamientos bélicos de gran escala.

Actualmente, la extrema tensión que atraviesan e ha originado que en redes sociales se manifieste el temor a una . Inclusive, se usan los ya populares #WWIII y #WW3, ya sea con la seriedad debida, con ironía o para algún comentario de cualquier tipo.

La situación se complicó cuando las fuerzas estadounidenses asesinaron al general iraní en un ataque con dron cerca al aeropuerto de Bagdad (Irak). En respuesta, el líder supremo de , el atolaya , juró vengarse de Estados Unidos, mientras que dijo estar dispuesto a contestar cualquier represalia.

Recientemente, Irán realizó ataques con misiles de guerra a dos bases militares de EE.UU. en Irak. Fueron 22 proyectiles lanzados los que ocasionaron la muerte de 80 estadounidenses, según la televisión estatal iraní. Por su parte, Donald Trump ha afirmado que no hubo ninguna baja mortal, aunque ha mencionado con anterioridad que posee “el ejército más poderoso y bien equipado en cualquier parte del mundo”.

Para entender mejor el presente es necesario mirar la historia. En tal sentido, es oportuno recordar cómo se originaron tanto la Primera Guerra Mundial como la Segunda.

El asesinato que originó la Primera Guerra Mundial

El detonante de la Primera Guerra Mundial fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo.

Para entender cómo este mortal ataque pudo originar un conflicto bélico que ocasionó la muerte de al menos 17 millones de soldados y civiles, es necesario saber qué alianzas habían entonces.

Según explica National Geographic, las raíces de la Primera Guerra Mundial se encuentran en una red de alianzas de Europa. “En esencia, fue la desconfianza entre la informal «Triple Entente» (Gran Bretaña, Francia y Rusia) y la secreta «Triple Alianza» (Alemania, el Imperio austrohúngaro e Italia)”, señalan.

Ya para julio de 1914 las tensiones entre ambas alianzas se habían complicado. El archiduque Francisco Fernando era el herededo al trono de Austria-Hungría y había sido asesinado por un nacionalista serbio-bosnio, por tal motivo culparon a Serbia del ataque.

Posteriormente, Austria-Hungría le declaró la guerra a Serbia, país que contaba con Rusia (miembro del Triple Entente) como aliado.

Luego intervinieron los otros aliados y estalló la Primera Guerra Mundial, conocida también como La Gran Guerra.

“El conflicto pronto se expandió al resto del mundo y afectó a las colonias y a los países aliados de África, Asia, Oriente Medio y Australia. En 1917, los Estados Unidos entraron en la guerra tras un largo periodo de no intervención”, indica National Geographic.

Finalmente, la Primera Guerra Mundial acabó el 11 de noviembre de 1918. Por aquellos días gran parte de Europa se encontraba en ruinas y el mundo enfrentaba una pandemia de gripe.

“Todos los imperios estaban exhaustos, sin soldados, moral, materias primas ni dinero para costear un conflicto sin solución posible en el campo militar”, explica El Mundo.

Adolf Hitler y la Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial inició cuando el ejército de Alemania invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939.

Esta acción militar fue ordenada por el entonces presidente de Alemania, Adolf Hitler, que pretendía extender el nazismo por todo Europa.

La invasión a Polonia es considerada como el primer movimiento bélico a gran escala del nazismo en la historia. Tras este hecho, el Reino Unido y Francia le declararon le declararon la guerra a Alemania.

La Vanguardia resalta que a diferencia de la Primera Guerra Mundial, la Segunda tuvo escenarios de batalla más allá de Europa.

La Segunda Guerra Mundial también fue considerada una de las grandes catástrofes de la historia. Una de sus principales características fue “la fatal campaña racista emprendida por Alemania contra los judíos europeos”, según detalla la agencia DW.

“La Segunda Guerra Mundial cambió, radicalmente, la situación política. Alemania y el Japón, pero también Gran Bretaña y Francia perdieron su peso político internacional. Los Estados de Europa Oriental cayeron bajo la hegemonía soviética. La influencia de los Estados Unidos creció tras la guerra en todo el mundo convirtiéndose en una potencia global”, agrega la agencia alemana.

El ejército de Hitler parecía imparable, hasta que en la batalla de Stalingrado (agosto de 1942 - febrero de 1943) se retiraron por el frío del invierno de Rusia. Esa huida fue considerada como el inicio del declive del nazismo en esta guerra.

“Sin embargo, la guerra no terminó en Europa hasta 1945 con la entrada del ejército soviético en Berlín, capital de Alemania y del régimen nazi”, señala La Vanguardia.

La mencionada Batalla de Berlín inició el 16 de abril de 1945 y finalizó el 2 de mayo del mismo año, cuando los defensores alemanes se rindieron.

Adolf Hitler mató a millones de personas por causas raciales y expansivas de su régimen nazista conocido como Tercer Reich. Es recordado por sus atroces abusos a los derechos humanos y pasó a la historia como uno de los genocidas más repudiados.

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